El mosén
Mosén Millán alargaba las piernas.
Las puntas de sus zapatos asomaban debajo del alba y encima de la estera de
esparto. El alba estaba deshilándose por el remate. Los zapatos tenían el cuero
rajado por el lugar donde se doblaban al andar, y el cura pensó: tendré que
enviarlos a componer. El zapatero era nuevo en la aldea. El anterior no iba a
misa, pero trabajaba para el cura con el mayor esmero, y le cobraba menos.
Aquel zapatero y Paco el del Molino habían sido muy buenos amigos.
Recordaba Mosén Millán el día que
bautizó a Paco en aquella misma iglesia. La mañana del bautizo se presentó fría
y dorada, una de esas mañanitas en que la grava del río que habían puesto en la
plaza durante el Corpus, crujía de frío bajo los pies. Iba el niño en brazos de
la madrina, envuelto en ricas mantillas, y cubierto por un manto de raso
blanco, bordado en sedas blancas, también. […]
Al llegar el bautizo se oyó en la
plaza vocerío de niños, como siempre. El padrino llevaba una bolsa de papel de
la que sacaba puñados de peladillas y caramelos. Sabía que, de no hacerlo, los chicos
recibirían al bautizo gritando a coro frases desairadas para el recién nacido,
aludiendo a sus pañales y a si estaban secos o mojados. […]
El padre del niño iba y venía, y se
detenía a veces para mirar al recién nacido: «¡Qué cosa rara es la vida! Hasta
que nació ese crío, yo era solo el hijo de mi padre. Ahora soy, además, el
padre de mi hijo».
Ramón J. SENDER: Réquiem
por un campesino español, Destino
¿Qué costumbre propia de los bautizos
se narra en el texto y qué pasa si no se cumple?
Indica cuáles son los sentimientos
del padre del niño ante el nacimiento de su hijo.
Explica el uso de los corchetes en el
texto.
¿Son polisémicas las palabras de
texto brazo, raso y bautizo? Pon
ejemplos que justifiquen tu respuesta.
Pon ejemplos de palabras homónimas.
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