Charcos del infierno (leyenda
de lora del río)
Por toda España, se dice charcos del infierno hay muchos, sólo
este, está en Lora del Río, en la carretera que lleva a la Puebla de los Infantes,
donde el arroyo Guadalvácar se dirige a terminar en el río Guadalquivir.
Una leyenda del siglo XVIII o XIX, afirma que un boyero
venía ya de noche, con su carro bien cargado de grano. El puente estaba
construido a base de madera, seguro no resistió bien el peso, cayendo al vacío,
la carreta, los bueyes y hasta el mismo boyero, que nunca volvieron a salir. La
gente quiso saber, qué tanto tendría de profundidad ese cañón que se abría, por
tanto con una cuerda muy larga, midieron, tratando el peso colocado al inicio hiciera
una seña al llegar al fondo, comprobando, se acabó la cuerda y el fondo no
pareció tener fin.
Concluyendo sabiamente, que ahí se abría una boca del
infierno, y daban como razón que siendo el boyero una mala persona, los diablos
mismos lo habrían jalado, a terminar sus días, quedando sin recuperar el cuerpo
que tuvo en vida.
(leyendas de Sevilla)
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