David y Goliat
Israel, bajo las órdenes del rey Saúl, estaba en guerra con los filisteos y ellos tenían un líder especial: un gigante llamado Goliat. Éste desafió al ejército israelí durante 40 días, proponiendo que escogieran a su mejor hombre y que se enfrentara a él. Si ganaba Goliat, los israelíes serían esclavos de los filisteos. Si ganaba el mejor hombre israelí, los filisteos serían esclavos de Israel.
David, cuyo padre le había pedido que viajara al campamento para saber cómo estaban sus hermanos mayores y llevarles algo de comida, escuchó el desafío del gigante (1 Sam 17:8,9). Según la Biblia, la condición de pastor llevó a David a estar preocupado por defender a sus rebaños de los ataques de fieras salvajes y, utilizando su talento, cogió un cayado y una honda. Con ello se presenta ante el rey Saúl y se propone a ser quién luche contra el gigante. En definitiva, un niño iba a ser el mejor hombre de Israel. Para los hebreos, éste es un momento crucial para definirse como nación autónoma.
"Toda la Tierra sabrá que hay Dios en Israel."David (1 Sam 17:46,47)
Primero se vistió con la armadura del rey, pero, al no estar acostumbrado a utilizarla, se deshizo de ella y se dirigió al campo de batalla con su honda. Por el camino recogió cinco piedras lisas en un arroyo y se plantó delante del gigante Goliat. Éste se burló de él, pero el pequeño David le estampó una piedra en la frente y, cuando cayó, aprovechó para cortarle la cabeza, con la espada del propio Goliat. Esa fue una de las primeras victorias de David.
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